martes, 11 de abril de 2006

El nombre cóncavo

Mi nombre es Eva, soy pelirroja y tengo diecisiete años. Dicen que si la Eva bíblica tuviera una imagen definida, esa sería yo, aunque siempre bromeo con que quizá tendría que ocultar mi ombligo. Entonces nadie sonríe.

En casa siempre comentan que tengo un humor difícil de asimilar, pero yo no lo creo. Son los demás que no saben sonreír. A todo el mundo cuando le preguntan si es feliz con su vida dicen rotundamente que no, pero yo no veo que la mitad de ellas se pasen el día llorando. Yo sin embargo sí. No hay día en el que no llore por mi ombligo. A veces parece que me deshago através de él, que no voy a ser capaz de contener todas mis ideas y sentimientos almacenados durante tantos años. Como un globo lleno de aire que poco a poco se deshincha. Esa soy yo: Eva.

Esteban. Ese es el nombre de mi mitad y ese es el nombre en el que mi nombre duerme. Cuando yazgo junto a él puedo ver cómo su nombre adopta una forma cóncava que me protoge. Es el nudo que hace que no me deshinche.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno!!!

Anónimo dijo...

Ya te digo, lo mejor que has escrito en mucho tiempo. Siempre me preguntaré dónde y cómo nacen las líneas que cuelgas, pero sobretodo, porqué después de "sequía mental" sueles regresar con fuerzas renovadas y paranoias a raudales.

A ver cuándo leches terminas la jodía novela, porque tía, por la intriga que estás creando no será... (bueno, no es intriga... es que provocas a la maruja que llevo dentro :p )

Neo

PD: como dices tú "miau".

Anónimo dijo...

Ni de coña!!!! Lo mejor que ha escrito en mucho tiempo es el poema "me bebes"; echadle un vistazo que no os arrepentiréis:

http://vitalogia.blogspot.com/2006/03/me-bebes.html

a ver si das señales de vida Bea, que parece que Igara es ahora tu segundo hogar :p
Un abrazo cacho salada!

Zhackk