Desconocía el poder de su dedo índice. Podía señalar las tierras venideras, incluso los sueños emergentes. Pero lo que de verdad ignoraba era la cantidad de escalofríos que le producía el surco dibujado por el apéndice sobre su espalda.
A todas las personas que tengan sentimientos sinceros. Visita el pasado pinchando aquí.
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