jueves, 8 de septiembre de 2005

Del poder del ósculo


El beso en la Place de l'Hotel de Ville, 1950 - Robert Doisneau


Cada vez que dos personas se funden en un beso -en un beso de esos que funden-, ponen en movimiento 29 músculos con los que se intercambian 9 miligramos de agua, 0,18 de sustancias orgánicas, 0,7 de materias grasas y otros 0,45 ml. de sal, así como centenares de bacterias y millones de gérmenes. Si a esto le sumamos el repentino subidón de hormonas más el tiovivo que se nos mete en la cabeza, llegaremos a la conclusión de que un beso bien dado desencadena poco menos que un Katrina en miniatura. [J. Aguirresorondo · El Diario Vasco · 7/ IX/ 05]

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