martes, 14 de julio de 2009

La sombra que no vino

La luz que entraba por la ventana remarcó la expresión de su cara. Se sentía triste aunque trataba de ocultarlo. Horas antes se había implicado en un proyecto de gran envergadura. Su vida, que transcurría sin sobresalto alguno, había dado un giro inesperado. Esa mañana prometió traer una sorpresa de regreso a casa.

Su cara estaba desencajada. Algo había fallado. La menor de las hijas rompió a llorar al presentir su dolor. No había nada, dijo, la sombra no ha venido.

No hay comentarios: