Porque las calles se me quedan estrechas
y las paredes se me vienen encima.
Porque cada paso es un suspiro cansino
y toda una zambullida al silencio.
Porque en mis entrañas te has enredado
y en mis raíces invisibles una vez te secuestré.
Porque ahora todo tiene pinceladas de nada
y nada tiene los reproches de todo.
Porque estoy muriendo de una sed amarga
y una ceguera que poco a poco me devora…
Porque ya no tengo luz ni guía;
Porque muero una pizca cada día…
¿Por qué... en el fondo lo intuía?
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